La transparencia y la rendición de cuentas en la cooperación internacional para el desarrollo, un reto para la Agenda Post-2015.

Por Paola Palacios y Sumiko Andrade

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) fueron desarrollados en el año 2000 con el propósito de establecer metas a nivel global que pudieran mejorar los niveles de desarrollo para el año 2015.  Nos encontramos cerca de la fecha límite para revisar los resultados logrados al implementar estos objetivos. En esta coyuntura se han propiciado una gran cantidad de debates sobre las lecciones aprendidas y se han propuesto estrategias innovadoras para la creación de la nueva agenda de desarrollo posterior al 2015 con miras a lograr mejores resultados.

Las discusiones sobre la Agenda Post-2015 han llegado a la Asamblea General de las Naciones Unidas, en donde se están llevando a cabo reuniones de alto nivel para desarrollar a mayor profundidad los temas que impactarán en las negociaciones de los nuevos objetivos de desarrollo sostenibles. En los días 21 y 22 de mayo se lleva a cabo el Evento de Alto Nivel sobre las Contribuciones de la Cooperación Norte-Sur, Sur-Sur y Triangular, y las Tecnologías de la Información y Comunicación para el desarrollo en el marco de la Implementación de la Agenda Post-2015. Transparencia Mexicana participa en el panel  del día 22 de mayo sobre “¿Cómo pueden todas las formas de cooperación, es decir, Norte-Sur, Sur-Sur y la Cooperación Triangular, fortalecerse para promover el crecimiento económico y el empleo decente para todos?”

Dentro de este foro, y entre otros temas, se expondrá la importancia que tiene la transparencia y la rendición de cuentas como base para obtener una cooperación eficaz para el desarrollo. Estos elementos garantizan que los gobiernos y otros actores, como agencias de cooperación y organizaciones multilaterales o financieras, puedan proveer información abierta, accesible y oportuna sobre sus actividades y aportaciones. Asimismo sobre la forma en que recaudan y gastan los recursos dentro del marco de la agenda de desarrollo. Para poder lograr estas metas es necesario que estos actores se comprometan a mejorar la calidad de la información que publican y que apoyen acciones específicas para mejorar el acceso y uso de esta información por parte de todas las partes involucradas a nivel nacional e internacional.

Ya existen acciones a nivel global que tratan de impulsar la transparencia y la rendición de cuentas en la cooperación internacional para el desarrollo, como es la Iniciativa Internacional para la Transparencia de la Ayuda y la Alianza para el Gobierno Abierto (IATI y OGP por sus siglas en inglés respectivamente). Ambas iniciativas permiten impulsar lo expresado por la comunidad internacional en la última reunión de Alto Nivel de la Alianza Global para la Cooperación Eficaz al Desarrollo en México en donde se enunció que los mecanismos de transparencia y rendición de cuentas, si se aplican con eficacia, tienen el potencial de ser un elemento de cambio que puede fomentar una mayor y mejor coordinación, una toma de decisiones más informada y una amplia gama de participación de las partes interesadas.

Para la agenda de desarrollo Post-2015, la inclusión de mecanismos de transparencia y rendición de cuentas serán relevantes no únicamente para los objetivos de desarrollo convencionales, sino para los nuevos objetivos que incluyen el tema de la sustentabilidad. Es decir, sería conveniente conocer los flujos de la cooperación internacional en todos los ámbitos que representan los derechos económicos, sociales, políticos, culturales y ahora ambientales. Sin embargo, no es tan sencillo conocer los flujos de financiamiento que se destinan a estos sectores, por ejemplo en los temas de mitigación y adaptación del cambio climático. Transparencia Mexicana hizo la estimación de que alrededor de 6.1 mil millones de dólares fueron destinados a proyectos y actividades en materia de cambio climático en México provenientes de 20 fondos o actores internacionales diferentes entre los años de 2009 y 2012[1]. La información no es fácilmente rastreable, por lo que contar con mecanismos claros e indicadores puntuales permitirían conocer la información del flujo de financiamiento desde los donantes hasta los beneficiarios finales.

La transparencia y la rendición de cuentas requiere permear en la cooperación internacional para el desarrollo. Para que la Agenda Post-2015 tenga resultados contundentes, es claro que los distintos tipos de cooperación requerirán ser más eficaces y coordinarse de mejor manera. Esto solo se podrá dar si existe información accesible para todos los involucrados y si se crean los mecanismos específicos para que la comunidad internacional rinda cuentas sobre los recursos invertidos y su destino.

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