por Vania Montalvo y Enora Phillipe

MAYO 2014: REUNIÓN DE LA JUNTA DIRECTIVA DEL FONDO VERDE CLIMÁTICO

La ciudad de Songdo, Corea del Sur, fue sede de la séptima reunión de la Junta directiva del Fondo Verde para el Clima (FVC) que se llevó a cabo del 18 al 21 de mayo de 2014.

¿OTRO FONDO MÁS?

En medio de la gran variedad de instrumentos que promueven la lucha contra el cambio climático, el Fondo Verde para el Clima trae consigo grandes esperanzas, sobre todo por el tamaño de los recursos que se esperan serán asignados a través de él: 100 billones de dólares al año hasta 2020. Es decir, tres veces más dinero del otorgado cada año por el conjunto de los principales fondos hasta la fecha.

El Fondo Verde para el Clima es el mecanismo financiero aprobado en 2011 por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)[1]. Los recursos que se manejarán a través del Fondo serán asignados para acciones que tengan que ver con adaptación, mitigación y sector privado. Los recursos fluirán desde los países desarrollados hacia los países en desarrollo, ambos miembros de la CMNUCC, con prioridad para los países considerados más vulnerables al fenómeno del cambio climático. Las empresas también tomarán un papel importante en la financiación de proyectos. Se espera que en esta nueva etapa de financiamiento para cambio climático, el sector privado juegue un papel relevante con el apoyo de recursos para acciones que contribuyan a la creación de proyectos de desarrollo bajo en carbono.

MATERIALIZAR EL FONDO

A través de las reuniones de la Junta Directiva del Fondo Verde para el Clima, se busca materializar la puesta en marcha del Fondo y establecer reglas claras para que su funcionamiento esté en armonía con los objetivos primarios que se le asignaron. Estos encuentros se llevan a cabo dos veces al año desde que se decidió la creación del Fondo, en la Conferencia de las Partes 17 (COP17) de 2011.

La penúltima reunión de la Junta Directiva tuvo lugar en Bali, Indonesia (febrero 2014). Durante ésta, los 24 miembros de la junta, provenientes en un número proporcional de países en desarrollo y países desarrollados, llegaron a acuerdos en varios temas. Destacó la decisión de dar un enfoque de género a los proyectos y políticas del Fondo, pero también el establecimiento de reglas relativas a la designación de los recursos: así, se fijó un 5% del presupuesto total del Fondo como el recurso máximo que podía ser otorgado a un solo país. Asimismo, se decidió que los recursos se repartirán por igual entre proyectos de adaptación y mitigación y se formuló la aspiración de llegar a entregar el 50% del total de los recursos a países considerados vulnerables. También se estableció un programa de trabajo para ayudar a los países que todavía no están aptos a recibir recursos a cumplir con los requisitos para hacerlo. Este mecanismo fue denominado  Readiness and Preparatory Support.

ACUERDOS DE LA ÚLTIMA REUNIÓN DE LA JUNTA DIRECTIVA. MAYO 2014, SONGDO, COREA DEL SUR

Algunos de los temas que fueron postergados en la Junta de Bali se resolvieron en este último encuentro en Songdo. Es el caso del proceso inicial de aprobación de los proyectos que financiará el Fondo, cuyo marco acordó la Junta directiva. Adentro de este marco de aprobación, se definieron los estándares de las  salvaguardas socio-ambientales, que se refieren a los criterios que deberán regir los proyectos con el ánimo de asegurar que la implementación de un recurso del Fondo no genere un daño social o ambiental en el lugar donde se instrumente. Por otra parte, se llegó a un consenso sobre la las entidades intermediarias autorizadas a distribuir el dinero provisto por el Fondo. Una siguiente decisión giró en torno al peso y facultad que tendrán los gobiernos nacionales sobre la aprobación o rechazo de proyectos en su territorio.

Con la junta de Songdo, el Fondo ya cuenta con los elementos básicos para ponerse en marcha, aunque todavía debe de resolver al asunto de su propio financiamiento: el objetivo de manejar 100 billones de dólares anuales hasta el año 2020 depende de la voluntad de los países desarrollados, principales fuentes, cuyas aportaciones han ido incrementando de manera lenta. Para responder a este reto, se previó un encuentro de los donantes potenciales a finales de junio de 2014, en Geneva, Suiza.

RETOS DEL FONDO

Aunque el panorama es alentador, existen importantes preocupaciones que se han venido formando en este camino de diseño e implementación del Fondo. Tres de las principales inquietudes formuladas por las representaciones de la sociedad civil se refieren a aspectos que podrían comprometer seriamente el funcionamiento eficiente y efectivo del fondo:

  • La importancia dada a las empresas multinacionales dentro del Fondo, que podría comprometer el objetivo primario público y no-lucrativo de los recursos para la lucha contra el cambio climático si no se regula de manera adecuada. La adopción de políticas de inversión similares a las de la Corporación Financiera Internacional genera preocupaciones ya que esta institución ha tenido antecedentes de proyectos poco éticos.
  • El Fondo permite la financiación a proyectos de extracción de petróleo, gas y minerales. La meta del FVC, impedir que la temperatura del planeta incremente más de 2 grados Celsius deja un margen para que ciertos tipos de energía sean incluidas en el financiamiento como energías que impidan el calentamiento, aunque no sean realmente limpias.
  • También se formularon cuestionamientos sobre el poco debate previo y adopción apresurada de los mecanismos de rendición de cuentas, así como de la poca inclusión de la sociedad civil en las discusiones y en la toma de decisiones.

¿Y MÉXICO?

Como cualquier otro país que pretenda acceder a los recursos del Fondo Verde Climático, México tiene que satisfacer los requerimientos en materia de capacidad, transparencia y respeto a los derechos humanos y equidad de género que el Fondo ha establecido para entrar en funciones en un país.

Hasta la fecha México se ha destacado a nivel internacional por ser uno de los países con marco normativo amplio en materia de cambio climático. El país cuenta con un Plan Nacional de Desarrollo (PND), una Estrategia Nacional de Cambio Climático, una Ley General de Cambio Climático (LGCC) y un Anexo 15 en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) que describe los programas presupuestados para este tema. Más recientemente, el gobierno mexicano está por poner en operaciones al Fondo para el Cambio Climático, el instrumento financiero derivado de la LGCC que pretende  canalizar a nivel nacional los recursos públicos y privados, nacionales e internacionales, para acciones de cambio climático.

Sin embargo, a pesar de la existencia de esta vasta cartera de instrumentos, aún hace falta trabajar porque los instrumentos que orientan la política del país en este tema estén articulados. Hasta la fecha, no es posible contar con información suficiente y precisa sobre lo que México ha erogado y recibido para acciones de mitigación y adaptación. De igual forma, se ha identificado la necesidad de establecer mecanismos que ayuden a brindar certeza de que los recursos destinados a estas acciones, se ejercen en un marco de respeto a los derechos humanos, la equidad de género y en total cumplimiento al derecho de acceso a la información que tienen los mexicanos.

El país necesita prepararse para jugar un papel satisfactorio dentro de la lógica internacional del financiamiento para cambio climático. Es posible que los primeros recursos que el Fondo otorgue a México sean para que el país fortalezca a sus instituciones y las prepare para recibir, distribuir y administrar estos recursos. Este primer desembolso se haría en el marco del readiness and preparatory support.

De ser así, esta sería una valiosa oportunidad para que se instituyan mecanismos que establezcan como prioridad el beneficio de las comunidades más vulnerables frente al cambio climático; así como la distribución apropiada, equitativa y transparente de los recursos recibidos.

Fuentes:

  1. http://www.aida-americas.org/sites/default/files/Resumen%20de%20la%20sexta%20reuni%C3%B3n%20de%20la%20Junta%20Directiva%20del%20FVC%2014-04-03.pdf
  2. http://vimeo.com/95033416
  3. http://www.ips-dc.org/reports/the_green_climate_funds_no-objection_procedure_and_private_finance_lessons_learned_from_existing_institutions
  4. http://www.rtcc.org/2014/05/22/un-climate-fund-chief-rejects-claims-it-will-finance-fossil-fuel-projects
  5. http://www.ips-dc.org/pressroom/un_green_climate_fund_open_for_business_-_now_wheres_the_mone
  6. http://www.e3g.org/library/catalysing-the-financial-ecosystem-for-climate-finance
  7. http://www.rtcc.org/2014/05/21/uns-green-climate-fund-finalises-operating-procedures/

[1] La CMNUCC es la figura institucional más importante para la coordinación y negociación internacional  en materia de cambio climático. A través de la Convención fue que se creó en 1997 el Protocolo de Kioto.