El día de ayer se marcó un  hito en el avance de las prácticas de Parlamento Abierto en México. Los grupos  parlamentarios representados en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal  (ALDF) se comprometieron a impulsar una agenda de gobierno abierto para el  órgano legislativo de la Ciudad de México. Aunque formalmente el compromiso se  tradujo en un acuerdo de colaboración con Transparencia Mexicana, la naturaleza  más profunda de este acuerdo político es con los habitantes de la ciudad.  Durante la firma del acuerdo, Transparencia Mexicana propuso a la ALDF diez  puntos mínimos para que los congresos avancen en la lógica del gobierno abierto.  Estos puntos, descritos a continuación, ilustran la diferencia entre un  parlamento que cumple con sus obligaciones de transparencia, y otro que ha  decidido construir una nueva relación con los ciudadanos, es decir, un  parlamento abierto.

1.   Los parlamentos abiertos  garantizan el cumplimiento del principio constitucional de máxima publicidad y  el acceso a la información parlamentaria y legislativa.

2.  Además, publican de manera proactiva la  mayor cantidad de información relevante para el ciudadano, utilizando formatos  sencillos y mecanismos de búsqueda simple.

3.   Publican en formatos abiertos el  análisis, la deliberación y la votación de los trabajos en comisiones  parlamentarias y de las sesiones plenarias.

4.    Garantizan el acceso y  transmisión pública de las sesiones plenarias.

5.  Los parlamentos abiertos publican  información detallada sobre la gestión, administración y gasto del presupuesto  asignado al cuerpo legislativo.

6. Publican información detallada sobre los  representantes populares, los funcionarios y el personal del cuerpo legislativo,  incluidas la declaración patrimonial y de intereses de los representantes.

7.  Los parlamentos abiertos cuentan con  mecanismos y herramientas para un monitoreo y control ciudadano eficaz.

8.   Los parlamentos abiertos aseguran  una participación ciudadana inclusiva en los proyectos legislativos.

9.    En el ámbito tecnológico,  dan preferencia a la utilización de formatos en datos abiertos, software libre y  código abierto.

10.En su tarea sustantiva, los parlamentos  abiertos promueven legislación a favor de políticas de gobierno abierto en otros  poderes y órdenes de gobierno;  asegurándose de que en todas las funciones  de la vida parlamentaria se incorporen esos principios.

Para Transparencia Mexicana estos diez puntos representan el mínimo que un  cuerpo legislativo, ya sea la Cámara de Diputados, el Senado, la Asamblea  Legislativa o cualquier congreso local deben poner en práctica para considerarse  un Parlamento Abierto.

Para tener una idea de cómo se encuentran nuestros cuerpos legislativos  hicimos un diagnóstico preliminar. Encontramos que ningún cuerpo legislativo en  México cuenta con una herramienta de interacción entre el ciudadano y su  representante, prueba de ello es que únicamente 2 de los 34 órganos legislativos  del país cuentan con una herramienta para que el ciudadano pueda identificar a  su representante con datos de su credencial de elector: Nuevo León y el Distrito  Federal.

Otro hallazgo es que aunque 21 de los 34 cuerpos legislativos hacen público  su presupuesto anual, sólo uno lo publica de forma desagregada por comisión  (Michoacán) y ninguno hace público su programa anual de adquisiciones vigente en  20131. Prueba de que hay espacio para avanzar en la lógica de  Parlamento Abierto en México es que la mitad de los cuerpos legislativos del  país no cuenta con un buscador de información en sus páginas web. Más aún:  ninguno de los poderes legislativos del país cuenta con archivos y documentos en  formato de datos abiertos.

Finalmente, el equipo de investigación de Transparencia Mexicana encontró que  sólo uno de los 34 cuerpos legislativos del país, el Congreso de Morelos, hace  pública una versión parcial de la declaración patrimonial de sus diputados. En  el caso de Morelos la información disponible es la que el representante quiere  dar a conocer, y en todos los casos se ocultan características y valores de los  bienes y activos. En la ALDF sólo el grupo parlamentario de Acción Nacional (13  legisladores) hacen pública una versión de su declaración patrimonial.

Como sociedad civil tenemos la obligación de señalar que lo que marcan  nuestras actuales leyes de acceso a la información pública ya no es suficiente.  Tenemos que migrar al paradigma de gobiernos y parlamentos abiertos. Se trata de  hacer transparente la información pero sobre todo de hacerla disponible y  accesible al ciudadano. Con estos diez principios, los cuerpos legislativos del  país tienen la oportunidad de ir más allá, de acercarse al ciudadano y de hacer  buen gobierno. Ayer se marcó un hito en las prácticas de Parlamento Abierto  porque existe disposición y voluntad política de las fuerzas representadas en la  ALDF y porque, junto con otras organizaciones de la sociedad civil, como Fundar,  IMCO, Gesoc y SocialTic, Transparencia Mexicana no claudicará en impulsar este  tema en los 33 cuerpos legislativos restantes.

Transparencia Mexicana,  capítulo México de Transparencia Internacional (@anticorruption), es un  organismo de la sociedad civil que promueve políticas públicas y actitudes  privadas en contra de la corrupción y a favor de la cultura de integridad,  promoción de la legalidad y rendición de cuentas.

Para leer la nota en Animal Político da clic aquí