La transición de una administración a otra, la intención política de afectar la imagen del adversario, la falta de eficacia en el combate a la corrupción y el despliegue de información en medios masivos de comunicación, son factores que han contribuido a develar algunos de los más sonados casos de corrupción y abuso de poder, señaló el director de Transparencia Mexicana, Eduardo Bohórquez.  Además, tanto las leyes de transparencia como las nuevas tecnologías y las redes sociales han abierto la puerta a una mayor discusión pública de casos de corrupción, expresó.
El experto en el tema de la corrupción se refirió así a los escándalos de corrupción que saturan las notas y comentarios en los medios de comunicación, entre los cuales se hallan los siguientes: Andrés Granier y sus excesivos gastos personales y desvío de recursos; César Nava y el presunto mal manejo de las finanzas de Pemex cuando fue abogado de la paraestatal; el gasto millonario en la construcción de la Estela de Luz; y la acusación en contra de los ex gobernador Luis Armando Reynoso Femat, Juan Manuel Oliva y Marco Antonio Adame por presunto desvío de recursos en Aguascalientes, Guanajuato y Morelos.
Destacó que hay momentos importantes en los que resaltan este tipo de casos, como la transición de una administración a otra y los procesos electorales.  “Sabemos que dos años muy difíciles para una administración son el año anterior a que termine, lo que es previo a la elección, y el año en que entra el nuevo gobierno y trata de reorganizar los controles internos, los grupos que pueden estar involucrados o no o que están combatiendo la corrupción”, explicó.
Por su parte, Virgilio Bravo, profesor–investigador del Tecnológico de Monterrey, expresó que los casos de corrupción o abuso de poder que recientemente se han dado a conocer, son parte de la dinámica de la transparencia y rendición de cuentas que surge después de cada ejercicio gubernamental. Algunos de estos casos –añadió– no están exentos de tener tintes políticos, debido a que este año se llevan a cabo procesos electorales en 14 entidades del país.
El profesor en Derecho Constitucional y Administración Pública resaltó: “Por supuesto que hay razones políticas” en estas denuncias, ya que “estamos a un mese de la elección en 14 estados. Y es un hecho que en algunas entidades federativas los gobiernos quieren magnificar estos eventos, con algún beneficio”.
ESTELA DE LUZ Y PROFECO, SEÑALES. El director de Transparencia Mexicana, Bohórquez, dijo que los casos de la Estela de Luz y de Humberto Benítez Treviño –quien fue destituido como titular de la Profeco luego de que su hija realizara un acto de abuso de poder–, son ejemplos de “cómo el gobierno federal va a revisar algunos asuntos y cómo va a atender otros que ya involucran a funcionarios que ya ha designado”.
A nivel estatal, dijo, la exhibición de actos de corrupción ha sido una de las banderas electorales de todos los partidos. “Dependiendo del caso un partido u otro se suma a estos temas, con el ánimo de afectar la imagen y reputación de otro partido político. “Pero como todos los partidos tiene gobernadores que gozan de mala fama, la verdad es que es muy sencillo que estos asuntos se politicen y se vuelva  asunto de imagen, no necesariamente de cambio estructural de la situación” de la corrupción en el país.
Tras señalar que México ha invertido muchos años en transparentar procesos, dijo que el nuestro todavía no es un país que le transmita a la sociedad que hay eficacia al momento de combatir y corregir la corrupción.  A México le ha faltado articulación en sus políticas anticorrupción, y garantizar que sean homogéneas en todo el territorio.  “Para que podamos sentir que vivimos en un sistema que combate  y controla eficazmente la corrupción, esto tendría que ocurrir no sólo en el ámbito federal, sino también en los estados y municipios.
“Por años hemos ido dándole más poder, recursos y atribuciones a los estados, pero  los estados hasta el momento no se han puesto a tono con las nuevas responsabilidades que tienen”, dijo.

Bohórquez destacó que tanto las leyes expedidas sobre transparencia, las nuevas tecnologías y las redes sociales han abierto la puerta a una mayor discusión pública de los casos de corrupción.  Pero –continuó– hay que distinguir ciertos momentos en los que efectivamente se atiende el problema de la corrupción, se transparenta la gestión, se rinden cuentas por la gestión, y el momento en que se sancionan las acciones que se han desviado de la norma.  Precisó:  “Uno puede tener un gobierno que entrega muchísimos documentos, que es transparente en términos de acceso a la información, pero al mismo tiempo tiene niveles de corrupción graves”.
Para el profesor Virgilio Bravo, casos como los de la hija del ex procurador Benítez Treviño y del ex ministro Genaro Góngora Pimentel –quien ha sido señalado de usar su influencia para evadir una responsabilidad familiar– son actos de corrupción, no necesariamente relacionados con dinero, sino abusos de poder.
El investigador consideró que se ha reducido la corrupción en el país; pero son más conocidos los hechos porque hoy en día hay diversas formas de información por medio de dispositivos tecnológicos. Por ejemplo, a través de las redes sociales, en las que es posible conocer, en tiempo real, información que se genera en cualquier parte del mundo.

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