Por Vania Montalvo y Alejandra Rascón

México está atravesando por un momento clave en materia energética. En el Congreso se discuten las leyes secundarias de la reforma energética impulsada por el poder ejecutivo, y apropósito de la reforma, el país se está preparando para vivir transformaciones de carácter histórico. Entre estas transformaciones se verá cómo entidades paraestatales como Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se convertirán en Empresas Productivas del Estado, transformación que entre sus principales rasgos, permitirá la intervención de la inversión privada y extranjera dentro de las operaciones de Pemex y CFE[1].

En el marco de este contexto, México es anfitrión de la 27ª Junta de Gobierno de la Iniciativa Internacional por la Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI, por sus siglas en inglés). EITI parte del principio de que los recursos naturales de un país pertenecen a sus ciudadanos y que los ciudadanos deberían tener el derecho de ver lo que sus gobiernos reciben y ganan por el aprovechamiento de estos recursos. Los recursos estratégicos en los cuáles se enfoca EITI son minería, gas y petróleo.

 

Este derecho de acceso a la información sobre los beneficios y recursos obtenidos por la explotación de los recursos estaba, hasta cierto nivel, cubierto bajo el marco normativo anterior en el país. Esto es, al ser entidad paraestatal, tanto Pemex como CFE, tienen la obligación de apegarse a la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental y a toda la normatividad en la materia. También el artículo 27 constitucional señala que la propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional corresponden originariamente a la Nación. Así, bajo la normatividad actual, Pemex y CFE debían reportar sus operaciones y ganancias, así como los procesos de contratación realizados. Con las reformas que están por ocurrir y con la participación de la inversión privada y extranjera, la garantía de que se respete el principio de máxima publicidad y acceso a la información está bajo revisión. México debe encontrar la manera de asegurar que sean públicas y se conozcan las ganancias y operaciones de las dos empresas más importantes en el país para la producción de energía.

EITI es un estándar que busca asegurar mayor transparencia sobre los recursos de minería, gas y petróleo de los países. Está fundamentado en un modelo de coordinación multi-actor que involucra gobiernos, compañías privadas y sociedad civil. Entre estos tres actores, los países se aseguran que los reportes sobre las operaciones y recursos obtenidos por la explotación de los recursos coincidan entre lo que reporta la empresa y lo que obtuvo el gobierno. Hasta la fecha son 27 países los que se han adherido y cumplido el estándar de transparencia EITI. En el continente americano Perú y Guatemala se han adherido y cumplido los criterios; Colombia y Estados Unidos son candidatos a ser parte de la iniciativa; mientras que México, desde hace poco más de dos años, ha mantenido un diálogo abierto y público sobre la adhesión del país a EITI. Sin embargo, hasta la fecha no hay postura oficial al respecto.

Puede ser que la presencia de EITI en México y que el país haya sido anfitrión de su 27ª sesión de la Junta de Gobierno sea una manera de acercar a la iniciativa con el gobierno mexicano. Durante esta sesión de la Junta, representantes del gobierno mexicano, en particular representantes de la Secretaría de Energía, asistieron a sesiones informativas para dar a conocer los avances y características de las leyes secundarias que se están discutiendo en el Congreso.

 

 

Durante las sesiones de la Junta también se han discutido procesos internos clave que van en el sentido de cómo asegurar que el cumplimiento del estándar en términos de transparentar las operaciones, ganancias y beneficios por la explotación de los recursos estratégicos en el país, pueda representar en realidad que un gobierno o país trabaja bajo altos estándares de transparencia. Esto porque actualmente hay países adheridos que enfrentan serios retos en materia de gobernanza, seguridad o corrupción en otros ámbitos. Entre otros puntos discutidos también ha estado presente el tema de financiamiento y cómo dentro de los próximos años, el Banco Mundial, quien es el órgano que administra los recursos de EITI, distribuirá recursos para apoyar la implementación del estándar en los países miembros.

Son todavía muchos los puntos que hay que discutir: tanto el alcance y consecuencias de las leyes secundarias en materia energética que están por aprobarse; la gobernabilidad, buenas prácticas y lecciones que un estándar como EITI y su modelo multi-actor pueden dejar en México; así como la pertinencia de que México se adhiera a esta iniciativa en un futuro cercano. Así, si este fuera el escenario y el país se adhiriera a EITI, el país celebraría que en términos de transparencia se fuera más allá del estándar y existiera certeza; así como máxima publicidad y apertura sobre las operaciones que las nuevas Empresas Productivas del Estado están por realizar. Dar un paso más allá de la iniciativa también contribuiría en esta transformación en materia energética que el país está viviendo.

Para saber más sobre EITI:


[1] Para saber más sobre la Reforma Energética se puede consultar www.presidencia.gob.mx/reformaenergetica.  Para conocer las iniciativas de las leyes secundarias en materia energética consultar: www.energia.gob.mx/webSener/leyes_Secundarias/9200.html