Transparencia Mexicana Portada Blog BB 29_05_2013

 

El recién creado Fondo Verde Climático (FVC) tiene el objetivo de funcionar como la gran caja financiera para las inversiones globales en atención al cambio climático. Tiene también la ambición de que sus transacciones anuales con gobiernos y sector privado alcancen, hacia 2020, el monto de 100 mil millones de dólares.

Para lograr una meta tan ambiciosa, el FVC no podrá depender solamente de la cooperación internacional, no podrá financiarse solamente por los préstamos y donaciones bilaterales y multilaterales de los países desarrollados.

Para alcanzar volúmenes tan grandiosos, el FVC tendrá necesariamente que absorber recursos de las grandes cajas de ahorro mundiales, es decir, los fondos soberanos nacionales y los fondos de pensiones y seguros. El FVC, por lo tanto, tendrá que nutrirse en gran parte de los recursos del ahorro de largo plazo público y privado disponible en el mundo.

Esto significa que por lo menos una parte de las operaciones del Fondo deberá generar tasas de retorno para retribuir a estos ahorros de largo plazo que vengan a financiar sus inversiones. Esto, a su vez, tiene implicaciones importantes: el FVC deberá estar preparado para dirigir sus transacciones hacia el sector privado y, sin embargo, por tratarse de un vehículo de fomento al desarrollo de bajo carbono y la adaptación a los efectos del cambio climático, no podrá operar estrictamente bajo la lógica de mercado, sino funcionar de manera similar a la banca de desarrollo internacional.