El Instituto del Seguro Social (IMSS) buscó tras la tragedia de la guardería ABC la manera de incrementar la seguridad en sus centros infantiles. La ONG Transparencia Mexicana donó al instituto un sistema de observación civil, que se basa en una elección aleatoria de siete padres de cada guardería para inspeccionar las instalaciones de las guarderías.

“Los padres ejercen enorme presión sobre la dirección del centro. Cuando identifican un problema, el compromiso del Instituto es que se informa al director general y se buscar corregir en el menor tiempo posible”, dice Eduardo Bohórquez, director de la organización e impulsor del método.

En octubre de 2010 comenzaron las visitas de los padres a las guarderías y desde entonces se han revisado 1.336 guarderías de las 1.418 que tiene la red. Cada mes se revisan unas 220 que también se escogen de manera aleatoria, lo que impide que la dirección de los centros se pueda preparar para la inspección.

Desde junio de 2009 se cerraron 148 guarderías del IMSS, por problemas en la prestación del servicio o por decisión del prestador. El control que ejercen los padres, cuyos resultados se suben a Internet y se colocan en los centros a la vista de todos, han tenido muy buenos resultados. Transparencia Mexicana asegura que el 60% de las escuelas visitadas cumplió con el 100% de seguridad e higiene y el 40% con el 99%. “Menos del 1% cumple con menos del 90%, eso se debe a la presencia de los padres. La dirección puede pedir paciencia a un funcionario para solucionar un problema, pero a un papá no”, dice Bohórquez.

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