De evitar la doble imposición a la no imposición, o cómo algunos se las ingenian para no pagar impuestos

En esta sociedad globalizada en la que vivimos donde las fronteras económicas se han desvanecido, las grandes empresas están a menudo repartidas en varios territorios nacionales sin que ello signifique ni mucho menos que se les imponen varios regímenes fiscales al mismo tiempo.

En lo que parece una medida justa, en las últimas décadas, a medida que la complejidad de las grandes estructuras empresariales crecía y su actividad económica se repartía en diferentes países, los gobiernos han ido estableciendo convenios para evitar la doble imposición, es decir, para evitar que una persona, una renta o un bien fuera gravado dos veces porque se le apliquen varios regímenes fiscales.

¿Cómo hemos pasado de esta situación a otra en la que grandes corporaciones apenas pagan impuestos por sus muy beneficiosas actividades económicas? Muy sencillo, porque dichas empresas emplean grandes recursos para idear complejas estructuras empresariales y buscar resquicios en las leyes impositivas que les permitan eludir de manera masiva el pago de impuestos.

La última empresa en estar en el ojo del huracán es el gigante Apple, que está siendo investigada por el senado estadounidense por eludir el fisco con sus filiales. Del informe del Senado en este tema se desprende que “los ardides fiscales de Apple son aún más ingeniosos que sus productos”[1] y según el Senador Carl Levin el caso de Apple representa el santo grial de la evasión fiscal.

Por su parte en Europa se están viviendo situaciones similares. El Parlamento del Reino Unido ha iniciado un procedimiento contra grandes empresas como Google, Starbucks y Amazon por haber puesto en marcha complejas estructuras empresariales que les permiten facturar en gran medida en el exterior del territorio británico y evitar así el pagar grandes sumas de impuestos.

Por su parte, la OCDE presentó la pasada semana un “plan de acciones” para que las multinacionales paguen sus impuestos y que los países intercambien información para luchar contra la evasión fiscal. Todo indica pues, que el tema de la evasión de impuestos va a ser un tema central en la próxima cumbre del G-8 que tendrá lugar los próximos 17 y 18 de junio en Irlanda del Norte.

Parece que los gobiernos y alianzas internacionales se están tomando más en serio la situación y pretenden poner coto a la fuga masiva de impuestos de las grandes empresas. Quién sabe si la motivación de este golpe de timón esté basada en el vacío que está dejando la crisis económica en las arcas públicas pero realmente en este caso las razones no son importantes. Que el ciudadano medio no sea el único que soporte todo el peso del fisco de su país y que las grandes empresas paguen lo que deben sólo puede ser una buena noticia.