Durante el foro “Alto a la sextorsión” convocado por el Comité Estatal Anticorrupción de Tamaulipas, Transparencia Mexicana expuso la necesidad de diferenciar dos delitos distintos que tienen rasgos y características similares, y que se ha utilizado un mismo término para referirse a ambos: “sextorsión” y ”divulgación de mensajes personales sin consentimiento.”

En América Latina, según datos de Transparencia Internacional, 1 de cada 5 personas declararon haber sido víctimas o conocer a una víctima de extorsión sexual al intentar acceder a un servicio público. Lo que hoy se conoce en el mundo como “sextorsión” no es una conducta nueva, pero sí ha sido una conducta silenciada, una conducta de la que se ha hablado poco. En países como México ha sido un práctica corrupta que utilizan personas en posición de poder para obtener interacciones sexuales a cambio de que las personas tengan derecho a obtener un empleo, un ascenso, o incluso para que la ley se cumpla.

Durante el foro los y las ponentes plantearon distintas situaciones que facilitan la identificación de casos de sextorsión en distintos espacios, así como posibles formas para enfrentarlo.

Las repercusiones de este delito son muchas y son muy distintas a las de un soborno. Algunas de ellas son la revictimización, el estigma social y físico después de haber sido víctima de un abuso sexual, o las repercusiones psicológicas, señaló Lucía Petersen quien representó a Transparencia Mexicana en este importante foro.

Si tienes interés en conocer más sobre el tema, ponemos a tu disposición en este enlace algunos materiales de consulta. 

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