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Parece lo mismo pero no es igual. ¿Por qué hablamos de ‘corrupción sexual’ y no de ‘sextorsión’?
Por Andrea Sanabria y Mariel Miranda
Con comentarios de Brianda Aguilar y Lucía Petersen
La forma en la que nombramos y definimos los problemas importa. Nos permite conocer qué ocurrió, a quiénes y cómo les afecta, quiénes son responsables, quiénes tienen en sus facultades resolverlo. Por eso, aquí te contamos qué es la ‘corrupción sexual’ y en qué es diferente a la ‘sextorsión’.
La corrupción sexual ocurre cuando una autoridad abusa de su poder y exige, sugiere o acepta interacciones sexuales a cambio de un servicio o beneficios (interacciones, no favores sexuales).
Se considera corrupción sexual cuando se cumplen dos condiciones: primero, que exista abuso de poder por parte de una figura de autoridad y segundo, que se utilicen acto(s) sexual(es) como moneda de cambio. La corrupción sexual puede manifestarse de dos formas, como soborno o extorsión. Mientras que la sextorsión solo se refiere a la última.
De ‘sextorsión’ a ‘corrupción sexual’.
En Transparencia Mexicana y Transparencia Internacional usamos por mucho tiempo el término ‘sextorsión’ para referirnos a interacciones entre una persona con autoridad conferida que solicita una interacción sexual a cambio de brindar un servicio. Es decir, extorsiona a la víctima y la moneda de cambio es un acto sexual.
El término sextorsión limita el comportamiento a un solo tipo de delito: el de extorsionar. Esto invisibiliza una variedad de experiencias a las que se enfrentan las víctimas, como el soborno.
La extorsión y el soborno no son lo mismo, y tienen implicaciones diferentes. Aquí te contamos más sobre por qué hemos extendido nuestra aproximación al tema y ahora hablamos también de ‘corrupción sexual’.
Qué es corrupción sexual
En la corrupción sexual hay tres ideas importantes: 1) la diferenciación entre extorsión y soborno; 2) si la interacción sexual es solicitada por la autoridad, o más bien ofrecida por la víctima y aceptada por la autoridad, y 3) la relevancia de hablar de ‘interacción sexual’ y no ‘favor sexual’.
- La diferencia entre extorsión y soborno. El delito de extorsión consiste en amenazar con cierta acción a la víctima, esto a cambio de un servicio o bien. Mientras que el soborno transgrede utilizando como intercambio una ventaja o un trato preferencial.
- Diferencia entre ‘solicitar’ y ‘aceptar’. Una autoridad puede ‘solicitar’ el sexo como intercambio, o ‘aceptarlo’. Pensemos en un soborno donde la moneda de intercambio es monetario. Una autoridad puede solicitar dinero a cambio de garantizar ventajas, o puede aceptar el dinero de una persona física o de una persona que representa a una empresa, a cambio de que les de ventajas. Lo mismo ocurre en este caso, aunque la moneda de intercambio sea un acto sexual. Ambas conductas -solicitar o aceptar- pueden ocurrir de forma explícita o implícita. Por ejemplo, policias hacen explícita una regla de sexo a cambio de pasar una frontera, o bien un juez solicita sutilmente un intercambio sexual para obtener una custodia. No toda solicitud de soborno o toda extorsión por parte de una autoridad se hace explícitamente. De ese tamaño es el problema para detectar e investigar este tipo de delitos.
- Se trata de ‘interacciones sexuales’, no de ‘favores sexuales’. Hablamos de ‘interacciones sexuales’, porque al decir ‘favores’ se revictimiza a las personas que han sido afectadas por estas conductas. Una interacción sexual que se inicia por extorsión o soborno es violencia, no un favor.
Usar el término ‘corrupción sexual’ en lugar de ‘sextorsión’ es indispensable para que la comunidad y las instituciones anticorrupción se activen. Por ejemplo, los mecanismos de prevención de extorsión y de soborno son diferentes. Lo mismo con la procuración de justicia para las víctimas y la reparación de daños. El uso y entendimiento correcto es relevante para que entendamos qué actos afectan los derechos de las víctimas, y cómo podemos prevenirlos, detectarlos, investigarlos y sancionarlos.
Utilizar las palabras correctas para nombrar la corrupción sexual también nos permite desactivar la revictimización que en ocasiones ocurre con delitos de corrupción y también de violencias sexuales. Uno de los elementos mínimos de justicia para quienes han sido víctimas de estos delitos es que la comunidad no les estigmatice y responsabilice.
La comunidad de práctica dentro de Transparencia Internacional, incluyendo Transparencia Mexicana, seguimos aprendiendo y discutiendo las mejores aproximaciones para entender y accionar las medidas necesarias para que la corrupción sexual no siga afectando a las personas. Las conversaciones siguen abiertas, por ejemplo: ¿qué hacemos ante este tipo de delitos que no está tipificado en las diversas leyes? ¿tipificarlos basta?
Hablar de la corrupción sexual y no de sextorsión nos interesa a todas las personas para que con un entendimiento común, podamos impulsar la justicia y reparación. Seguiremos compartiendo el avance de nuestras conversaciones y estrategias.
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@Mig_GonzalezC que decidió poner su corazoncito en TMX, se echó por acá un textito para pensar que ya va siendo hora de cambiar la narrativa de que lxs contribuyentes (qué pagamos iva, isr o hasta impuestos a los libros) nomás somos quienes podemos el varo para que el país ande.
🧐 Pagar impuestos es una obligación de las y los contribuyentes, pero tener información clara sobre cómo se recaudan y utilizan los recursos públicos es un derecho.
Entérate de por qué ser contribuyente va más allá de pagar impuestos.