La Cumbre del C20 en Australia

Paola Palacios y Sumiko Andrade

Los días 20 y 21 de junio se lleva a cabo la Cumbre del C20 en Melbourne, Australia. En este foro participan organizaciones de la sociedad civil que pertenecen a los países que conforman el G20. El G20 es un foro de cooperación y consulta en el que se reúnen regularmente gobernadores de bancos centrales y ministros de finanzas pertenecientes a las que son consideradas las 20 economías más grandes del mundo[1] . Se considera que colectivamente, los países del G20, representan el 85 por ciento del producto interno bruto mundial. Por tanto, el objetivo del G20, al menos en este año, es encontrar medidas que permitan el crecimiento económico, el empleo y la estabilidad del sistema financiero global.

El objetivo de la Cumbre del C20 es que se generen debates sobre temas que la sociedad civil considera importantes incluir en las conversaciones sobre la promoción económica y financiera.  La sociedad civil busca que durante estos dos días de trabajo se logre la formulación de una agenda que incida en las negociaciones que se lleven a cabo durante la Reunión de los países del G20 en noviembre próximo en Brisbane, Australia.

Los temas que están siendo tocados durante este foro son resultado de las prioridades presentadas por los países, así como por las agendas generadas por los distintos actores que inciden en las conversaciones del G20, como son la sociedad civil (C20), el sector privado (B20), los académicos (T20), entre otros. En este caso, la sociedad civil dentro del C20, ha propuesto incluir entre otros temas los relacionados con desigualdad, gobernanza y anti corrupción, desarrollo inclusivo y cambio climático. Los cuales coinciden con aquellos intereses mostrados por el gobierno de México en ser llevados a los debates del G20. 

La importancia de estas temáticas son evidentes para lograr los objetivos planteados por la presidencia del G20 que recae en el Gobierno Australiano como son el crecimiento económico y la estabilidad financiera.

En términos de desarrollo inclusivo, los países del G20 tienen a más de la mitad de la población del mundo en situación de pobreza. La provisión de servicios esenciales, como la educación y salud, y que sean públicos y universales, son clave para obtener un desarrollo equitativo y un crecimiento compartido e inclusivo. El combate a la corrupción y la transparencia son cruciales para combatir la pobreza. En este sentido, el G20 puede promover estos servicios públicos esenciales por medio de sistemas fiscales más justos e impulsando la transparencia y la rendición de cuentas de programas de desarrollo a nivel mundial.

Por otro lado, las prácticas de buena gobernanza y anti corrupción, pueden permitir que se promueva el crecimiento económico. A través de prácticas de buena gobernanza como la participación ciudadana, la transparencia y la rendición de cuentas es posible generar impactos positivos en materia económica. Por su parte, debido a que la corrupción distorsiona los mercados, se reducen los niveles de inversión y se desvía el gasto público hacia otras actividades.  En este sentido, el G20 puede poner en marcha una serie de mecanismos para comenzar a disminuir los niveles de corrupción, como que los ministros de finanzas de este grupo aborden las lagunas normativas actuales y discutan el establecimiento de sanciones al incurrir en actos ilícitos de este tipo o diseñar planes con incentivos que reduzcan los riesgos de incurrir en corrupción.

En cuanto al cambio climático, ya es imposible pensar en que pueda haber crecimiento económico sin tomar en cuenta la sustentabilidad del planeta. Las emisiones producidas por las economías más grandes del mundo están generando daños irreversibles. Entre muchas acciones, es necesario que los países más desarrollados destinen y distribuyan  los recursos dirigidos a la mitigación y adaptación al cambio climático de manera apropiada, equitativa y transparente.

El incluir estos temas dentro de la agenda del G20 es esencial tomando en cuenta los diferentes puntos de vista de los distintos actores. Es en este sentido, en el que reside la importancia de la celebración del C20. Para lograr un crecimiento económico fuerte, sostenible y equilibrado, es importante que las deliberaciones del G20 estén dotadas de contenido social a partir de la experiencia y el conocimiento de la ciudadanía y la sociedad civil internacional.